La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es el documento de referencia sobre las prioridades de desarrollo en el ámbito internacional. Fue adoptada en las Naciones Unidas en septiembre de 2015 por 193 países. Se basa en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM, 2000-2015), cuyo objetivo principal era reducir la pobreza extrema.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), están contenidos en la Agenda 2030, y abarcan temas muy pertinentes para el trabajo de los sindicatos, como la promoción del trabajo decente o la lucha contra la desigualdad y el cambio climático; reconocen, además, la necesidad de una mayor igualdad de género, una educación de mejor calidad e instituciones más fuertes. Los ODS son los siguientes:
En nuestro país, es la Secretaría de Estado para la Agenda 2030 la encargada de proponer y ejecutar la política del actual Gobierno en materia de impulso, seguimiento y cooperación para la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
De hecho, este departamento se encargó de la redacción de la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030, en vigor desde junio de 2021. La Estrategia se presentó junto al Informe de Progreso del año 2021, enviado posteriormente a la ONU en el contexto del Examen Nacional Voluntario.
Este documento, junto con el de España 2050 (Fundamentos y propuestas para una Estrategia Nacional de Largo Plazo) y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, constituyen la hoja de ruta sobre la que se pretende asentar la reconstrucción de la economía y la sociedad de cara a los próximos años.
Los retos país identificados en la Estrategia para garantizar una transición social, ecológica y económica hacia la Agenda 2030 son:
Aunque el informe sobre 2022 de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible[1] sitúa a España en el puesto 16 entre 193 países en el ranking del progreso de los ODS a alcanzar en 2030 −apreciándose una ligera tendencia de mejoría sobre los datos de anteriores−, los indicadores del informe muestran los efectos negativos de la crisis sanitaria, climática, de biodiversidad, energética y geopolítica. De hecho, a pesar de las mejorías en el ODS 5 (igualdad de género), 6 (agua) y ODS 8 (trabajo decente y crecimiento económico), no se evita que este último siga encontrándose entre los objetivos en peor estado −junto con el ODS 2 (hambre cero), el ODS 13 (acción climática) y el ODS 15 (vida terrestre)−. En cualquier caso, es evidente que queda mucho camino por recorrer:
En el territorio castellano y leonés, la Junta de Castilla y León ha asumido el compromiso de “localizar la Agenda en la Comunidad y de trabajar en su implementación». De esta forma, pretende desarrollar un estilo de gestión pública en la que se incorporen, de forma integrada, los ODS en los procesos de planificación y desarrollo de las políticas públicas.
El Gobierno de Castilla y León adoptó en 2017 el Acuerdo de cumplimiento de la Agenda 2030, que establecía la necesidad de elaborar el Documento de Directrices de implementación de la Agenda 2030, que pretende convertirse en la guía de todas las políticas públicas de la Comunidad, a todos los niveles.
En 2021, estas Directrices fueron evaluadas en un documento que contiene un análisis por ODS y del que se extrae una valoración final que «ha de ser positiva, pues Castilla y León presenta unos índices de pobreza, de paro o de sector social vulnerable no atendido, por debajo de la media nacional, y unas tasas educativas, de atención sanitaria, de territorio sostenible energética y medioambientalmente superiores a otras Comunidades».
[1] “Informe sobre Desarrollo Sostenible 2022”. Sustainable Development Solutions Network – SDSN, 2022.
Es evidente que elementos definitorios de la acción sindical, tales como el diálogo social y la negociación colectiva, desempeñan un papel clave en la gestión del cambio social de nuestro país. Sin organizaciones sindicales sólidas y activas será imposible alcanzar los objetivos y metas relacionados con el trabajo decente que promueve la Agenda 2030.
Sindicatos como UGT, hemos puesto de manifiesto la necesidad de vincular el cumplimiento de la Agenda 2030 con la toma de decisiones políticas que vayan en la dirección de impulsar reformas laborales que reduzcan la precariedad y garanticen un trabajo digno, revertir las reformas laborales, que ha a nuestro juicio han sido responsables del agravamiento de la precarización del empleo en España, y de otras problemáticas que afectan a nuestro mercado laboral.
Además, las organizaciones sindicales hemos subrayado otros aspectos clave que requieren de un esfuerzo decidido para corregir las desigualdades sociales existentes. Así, la subida del Salario Mínimo Interprofesional; la regulación en términos de derechos de los nuevos modelos de organización del trabajo –ejemplo de los cuales es el que representan las plataformas digitales-, el establecimiento de una reforma tributaria para abordar una suficiente financiación de los servicios públicos y que facilite la transformación del modelo productivo con base en empleos de calidad y una transición justa para todas las personas; la garantía de unas pensiones dignas que aborden la brecha de género o, en fin, la demanda de una política de vivienda que garantice el derecho constitucional de la ciudadanía y haga frente a los intereses especulativos, son ámbitos que han atraído nuestro interés y el esfuerzo.
Nuestro cometido va, en todo caso, mucho más allá, impulsando un nuevo modelo de desarrollo que tenga como prioridades la sostenibilidad medioambiental, la igualdad entre mujeres y hombres y el fortalecimiento de nuestro estado del bienestar para garantizar derechos y la protección social de toda la ciudadanía.
Para ello, los sindicatos hemos identificado siete áreas clave en las que concentrar una buena parte de nuestros esfuerzos:
ODS 1
Su objetivo principal es la erradicación de la pobreza extrema y facilitar el acceso a recursos económicos, servicios básicos y protección social a toda la población. En un somero análisis de la situación de nuestro entorno, observamos la evolución de la tasa AROPE (es decir, del riesgo de pobreza o exclusión social). Los últimos datos indican que en 2020 ha aumentado con respecto a 2019 más del 1,1%, hasta alcanzar al 26,4% de la población, unos 12,4 millones de españoles(1).
Aunque es cierto que Castilla y León mantiene mejores condiciones de vida que las del conjunto del territorio nacional, el 19,8% de la población está en riesgo de pobreza y/o exclusión social en el año 2020(2), es decir, unas 474.000 personas –73.000 más que en 2019–, reflejando ya el brutal efecto de la pandemia provocada por la covid-19.
Desde el punto de vista sindical, nuestros esfuerzos deben enfocarse desde la perspectiva del trabajo decente, que se basa en la integración en las políticas de empleo de cuatro dimensiones: los derechos, el empleo, la protección social y el diálogo social.
A su vez, los sindicatos debemos comprometernos con los ODS, lo que nos permitirá participar abogando por nuestras reivindicaciones tradicionales como la libertad de asociación y de negociación colectiva, el pleno empleo, la protección social para todas las personas, los salarios decentes, las buenas condiciones de trabajo, la seguridad de los ingresos para los pobres y contribuir con ello a la elaboración de estrategias de crecimiento inclusivas y sostenibles.
Sin embargo, no podemos olvidar que un entorno gestionado de forma sostenible es un requisito previo para el desarrollo socioeconómico y la reducción de la pobreza. La lucha por la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad, por reducir la exposición a desastres naturales y contra el cambio climático, reducen la vulnerabilidad de los más desfavorecidos (PNUMA).
(1) y (2): Informe de EAPN-ES «El estado de la pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2008-2020».
ODS 5
Está compuesto por seis metas que ponen atención en la erradicación de toda discriminación y violencia hacia las mujeres; el reconocimiento y valoración del trabajo doméstico no remunerado; la promoción de la participación en el ámbito económico, político y público de las mujeres; la garantía del acceso a la salud sexual y reproductiva; y el logro de marcos jurídicos y políticas eficaces que garanticen la igualdad.
La situación en nuestro país, lejos de mejorar ha empeorado con la crisis económica y social derivada de la COVID-19. Este escenario ha potenciado la contratación temporal y las reducciones de jornada por los cuidados de los hijos (en 2021, UGT denunció que las mujeres trabajaron gratis en España 43 días); ha agravado la violencia de género en la pareja y ex-pareja; ha aumentado la brecha digital de género; ha supuesto que más mujeres estén afectadas por la pobreza energética, etc. Como no podía ser de otra forma, desde UGTCyL tenemos que estar comprometidos al máximo con la igualdad. Somos conscientes de que debemos trabajar por y para las mujeres. Reivindicamos día a día desde la Secretaría para la Igualdad que estas metas antes mencionadas se vayan incorporando a la acción sindical y a la negociación colectiva, y el compromiso con los ODS, supone un refuerzo en esta lucha.
En la lucha contra la desigualdad, es importante comprender los vínculos existentes con la degradación ambiental. Fomentar el acceso de las mujeres a la propiedad y a los recursos naturales en las zonas rurales, puede acelerar la dinámica positiva y promover resultados de desarrollo sostenible (PNUMA).
ODS 8
Un desarrollo económico inclusivo y sostenido puede impulsar el progreso, crear empleos decentes y mejorar los estándares de vida. El ODS 8 es uno de los objetivos que mayor interés tienen desde el punto de vista sindical, y especialmente (meta 8.8) por el papel que desempeñamos en garantizar los derechos de libertad de asociación y
negociación colectiva que, a la postre, canalizan los procesos de mejora en las condiciones de trabajo y un mercado de trabajo más inclusivo y justo.
En los últimos años, la pandemia de la COVID-19 ha provocado una recesión histórica con niveles récord de carencias y desempleo en muchos países, cuyas peores consecuencias las están sufriendo los más pobres. En nuestro país, las desigualdades sociales han aumentado y la pobreza cada vez es más intensa, confirmando que se feminiza, haciéndose más patente entre los jóvenes, también entre las personas con discapacidad y aquellas mayores de 45 años (1). No obstante, tener trabajo no es garantía de poder llegar a final de mes sin dificultades para 3,2 millones de personas en España; el 16,9% de los ocupados en 2021 (INE).
En este contexto, las perspectivas de avances hacia el trabajo decente parecen algo más probables con la modificación de la política laboral. La reforma laboral –respaldada por UGT–, ha de impulsar el tránsito hacia nuevas formas de organización del trabajo que abandonen las sendas de la temporalidad en el empleo, la devaluación salarial, las horas extras no remuneradas y el crecimiento de los datos de siniestralidad.
Finalmente, debe garantizar un trabajo decente para aquellos colectivos más vulnerables, incluidas las personas jóvenes, las personas con discapacidad y los trabajadores migrantes, así como la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor.
Preservar el medio ambiente es clave para apoyar el crecimiento económico sostenible, ya que el entorno natural juega un papel importante en el apoyo a las actividades económicas. Contribuye directamente, proporcionando recursos y materias primas como agua, madera y minerales que se requieren como insumos para la producción de bienes y servicios; e indirectamente, a través de los servicios proporcionados por los ecosistemas, incluidos el secuestro de carbono, la purificación del agua, la gestión de los riesgos de inundación y el ciclo de nutrientes (PNUMA).
(1)Informe España 2021: desequilibrios y cambios post-pandemia.
ODS 10
Su objetivo fundamental es la reducción de las desigualdades y garantizar que nadie se quede atrás.
Como ya se ha comentado, la pandemia ha intensificado las desigualdades existentes y ha afectado más que nadie a los pobres y las comunidades más vulnerables. La desigualdad está hoy en los mismos niveles de hace 20 años, con el agravante de que mucha población vive emparedada entre los efectos de la Gran Recesión y la crisis de la pandemia, justo cuando algunos pudieron empezar a vislumbrar un futuro mejor.
Así, situaciones como la de pobreza energética se acentúan, afectando ya a 1 de cada 10 españoles (4,5 millones de personas). Este escenario, marcado por el aumento de los bajos ingresos, contrasta con el aumento de la brecha entre pobres y ricos: según Oxfan Intermón, en nuestro país, tan sólo durante el primer año de pandemia, más de un millón de personas pasaron a encontrarse en situación de carencia material severa. Mientras, desde el inicio de la pandemia, los 23 principales milmillonarios españoles han visto crecer su riqueza un 29%.
UGT considera fundamental un mayor gasto público y cobertura de la protección social para reducir las desigualdades y aumentar la cohesión social. Para ello es necesaria una financiación suficiente de los servicios públicos esenciales (sanidad, educación y servicios sociales).
Otras cuestiones esenciales para reducir la desigualdad tienen que ver con la implementación de medidas para reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres, para aumentar las posibilidades de emancipación de las personas jóvenes, con la reducción de la discriminación laboral de las personas migrantes, o la puesta en marcha de política y medidas que pongan fin a la situación de pobreza energética y garanticen el acceso efectivo a la energía como derecho humano universal.
Al afectar de manera desproporcionada a los grupos más pobres y vulnerables, el cambio climático y los desastres «naturales» contribuyen a exacerbar las desigualdades existentes dentro de los países y entre ellos.
Por otro lado, el medio ambiente puede contribuir a la reducción de la inequidad, incluso a través de una gestión adecuada de los recursos naturales y los ecosistemas críticos, así como también apoyando los arreglos institucionales relacionados con el uso y el acceso a los recursos naturales. La falta de acceso a los recursos naturales, por otro lado, es un importante contribuyente a la desigualdad (PNUMA).
ODS 12
Según la ONU, la población mundial aumentará pasando de los 7.900 millones actuales (2022) a los 9.700 millones en 2050. En este año, dos tercios de la población vivirá en zonas urbanas. Ambas tendencias nos muestran que cada vez vamos a ser más y que nos concentraremos, más si cabe, en grandes centros urbanos. Este escenario, provocará que las consecuencias del cambio climático sean cada vez más graves y que haya un incremento de la contaminación y del uso de recursos, muchos de ellos ya próximos al agotamiento (para mantener el actual estilo de vida de un español medio sería necesario el equivalente a casi 3 Planetas).
La aparición de la COVID-19 ha enfatizado la relación entre las personas y la Naturaleza, y ha revelado los principios fundamentales de la disyuntiva a la que nos enfrentamos continuamente: los seres humanos tienen necesidades ilimitadas, pero el planeta posee una capacidad limitada para satisfacerlas. La crisis actual es una oportunidad para reivindicar un cambio en el actual modelo productivo, lineal y abierto, que ha superado los límites físicos y ambientales del Planeta. Dichos límites se deben reflejar en nuestros patrones de consumo y producción.
En este sentido, las prioridades sindicales deben centrarse, por un lado, en la participación en el marco de desarrollo y aplicación de políticas y estrategias territoriales y sectoriales para avanzar en la transición a un nuevo modelo productivo.
Por otro lado, y desde nuestra presencia en los sectores productivos y en los centros de trabajo, debemos impulsar esa transición hacia un nuevo modelo productivo sostenible, inclusivo, decente y seguro, con la exigencia común de que se desplieguen todas las medidas de transición
justa necesarias para dar respuesta a los cambios y las necesidades de los sectores productivos, territorios y personas trabajadoras vulnerables a los cambios.
Uno de los mayores desafíos globales es integrar la sustentabilidad ambiental con el crecimiento económico y el bienestar desvinculando la degradación ambiental del crecimiento económico y haciendo más con menos. El desacoplamiento de recursos y el desacoplamiento de impactos son necesarios para promover patrones de consumo y producción sostenibles y hacer la transición hacia una economía global más verde y socialmente más inclusiva (PNUMA).
ODS 13
La década 2010-2019 ha sido la más cálida desde que hay registros. 2020 ha sido el segundo más cálido de la historia, y Europa experimentó en 2021 su verano más caluroso. Estos datos −aplicables a Castilla y León−, son una prueba de la evolución del calentamiento global y de su gravedad, teniendo en cuenta que las emisiones de gases de efecto invernadero han caído debido a las restricciones de movimiento y las recesiones económicas derivadas de la pandemia de la COVID-19.
El Acuerdo de París pretende aunar e impulsar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático manteniendo el aumento global de la temperatura durante este siglo muy por debajo de 2 ºC con respecto a los niveles preindustriales.
Los esfuerzos sindicales deben centrarse, por un lado, en el impulso a la aprobación y aplicación de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático en el marco de las políticas, estrategias y planes en el territorio castellano y leonés, y por otro, en el respaldo a medidas de transición justa respecto de sectores y territorios vulnerables a los cambios.
Asimismo, se deberá promover el compromiso y sensibilización de la estructura sindical y de su afiliación en la acción climática y trasladar al seno de las empresas la reivindicación de aplicar políticas y objetivos de mitigación y adaptación al cambio climático.
El cambio climático está aumentando la frecuencia y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, sequías, inundaciones y ciclones tropicales, agravando los problemas de gestión del agua, reduciendo la producción agrícola y la seguridad alimentaria, aumentando los riesgos para la salud, dañando infraestructuras críticas e interrumpiendo la prestación de servicios básicos tales como agua y saneamiento, educación, energía y transporte (PNUMA).
ODS 16
El ODS 16 recoge muchas metas relevantes para el logro de una sociedad pacífica, justa e inclusiva, como la lucha contra la violencia de género y el racismo, medidas para una mayor igualdad de género o por los derechos de las personas LGTBI, etc. No obstante, como ya han sido tratadas con anterioridad, nos fijamos en que este ODS, además, ampara el Diálogo Social y la Negociación Colectiva, en su meta dedicada a garantizar la adopción de decisiones inclusivas, participativas y representativas.
El papel que ha desempeñado y sigue desempeñando el diálogo social en la respuesta a la crisis de COVID-19 ha sido imprescindible, protegiendo a las personas trabajadoras, su salud y seguridad, sus empleos y su medio
de vida, así como en las medidas para quienes han perdido su trabajo.
Una mejor comprensión de los vínculos entre el medio ambiente y la seguridad humana es vital para la prevención efectiva de conflictos, la reconstrucción posterior a los conflictos y la promoción de sociedades pacíficas e inclusivas.
Las instituciones fortalecidas, el estado de derecho y la aplicación contribuyen a apoyar la implementación de acuerdos ambientales multilaterales y el progreso hacia los objetivos ambientales globales acordados internacionalmente (PNUMA).
Como representante de los trabajadores el primer paso para incorporar los ODS será analizar la realidad y el entorno de la empresa desde un enfoque basado en derechos humanos, laborales y ambientales. Es necesaria una reflexión sobre cómo nuestra empresa puede contribuir a logar una sociedad más sostenible.
Hay que tener en cuenta que algunas empresas están enarbolando la bandera de los ODS y la Agenda 2030, lo que nos obliga a velar para que realmente respondan verazmente a los compromisos que dicen asumir. En este sentido, se trata de realizar una auditoría para saber si realmente hay un compromiso firme, acompañado de objetivos e indicadores de cumplimiento, y no solo se trata de una estrategia de marketing y mejora de la reputación corporativa.
El diálogo social y la negociación colectiva son herramientas clave al servicio de los ODS:
⇒ Según la OIT, el diálogo social incluye “todo tipo de negociación, consulta o simple intercambio de informaciones entre representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores sobre cuestiones de interés común relacionadas con la política económica y social”. El llamamiento al pleno reconocimiento y la observancia de los derechos laborales (meta 8.8 de los ODS) –con mención específica de los derechos de libertad de asociación, libertad sindical y libertad de negociación colectiva (meta 8.8.2 de los ODS)–, del estado de derecho (meta 16.3 de los ODS), de instituciones responsables (meta 16.6 de los ODS), y de un proceso de toma de decisiones que sea sensible, inclusivo, participativo y representativo a todo nivel (meta 16.7 de los ODS) son todas cuestiones que sientan las bases para el diálogo social.
⇒ A través de la negociación colectiva también se puede contribuir al cumplimiento de la Agenda 2030, tanto a nivel sectorial como de empresa. En este marco, se deben promover y proponer cláusulas alineadas con los diferentes ODS, en materias muy diversas (condiciones laborales, igualdad, inclusión, conciliación, colectivos vulnerables, transición energética, transición justa, etc.).
Asimismo, en el papel de interlocutores preferentes con la sociedad civil, las organizaciones sindicales tienen la responsabilidad de informar sobre los esfuerzos y logros alcanzados por las empresas en este marco, así como comunicarles cuáles son sus planteamientos y posiciones. De igual manera, se debe trasladar a las empresas las demandas, necesidades y expectativas de la sociedad en general en el cumplimento de los ODS.
En la siguiente tabla se exponen una serie de medidas sobre los que podéis trabajar para implantarlas en las empresas y/o incluirlas en los convenios colectivos.
MEDIDAS A INCLUIR EN LOS CONVENIOS. | ODS SOBRE LOS QUE ACTÚA. |
---|---|
Realizar talleres prácticos sobre la Agenda 2030 para que los empleados conozcan cómo pueden contribuir en su día a día a los ODS. | Todos. |
Establecer objetivos internos y crear una estrategia pública en ODS con compromisos y objetivos específicos en la organización. | Todos. |
Participar en proyectos de cooperación al desarrollo, en programas de voluntariado y/o apoyar iniciativas a favor del desarrollo sostenible. | ODS 1, 10 y 17. |
Establecer programas formativos para fomentar un estilo de vida saludable en la empresa que incluya buenos hábitos alimenticios y conciencie sobre la importancia de la buena salud. | ODS 2, 3 y 4. |
Establecer un plan formativo en materia de igualdad. | ODS 4 y 5. |
Establecer formación a los trabajadores en materia de energía sostenible y eficiencia energética. | ODS 4 y 7. |
Establecer formación a empleados y proveedores en materia de debida diligencia; transparencia y derechos humanos en las cadenas de suministro. | ODS 4 y 16. |
Generar una programa de carrera profesional horizontal y vertical en la empresa para dotarle a los trabajadores de mayores competencias y adaptar sus puestos de trabajo a los nuevos retos de la economía verde, circular, hipocarbónica y digital. | ODS 4, 5, 8, 9, 12, 13, 14 y 15. |
Implantar un programa de sensibilización y formación a proveedores en materia de transparencia, ODS y derechos humanos. | ODS 4, 12 y 16. |
Desarrollar un plan de inversión en tecnologías sostenibles. | ODS 5. |
Crear de programas de becas para personas en situación de vulnerabilidad. | ODS 4 Y 8. |
Establecer condiciones laborales justas, así como una política de contratación igualitaria y protección del empleo. | ODS 5 y 8. |
Promover medidas de conciliación laboral: flexibilidad horaria, compensación por horas extraordinarias, teletrabajo. | ODS 5 y 8. |
Desarrollar una plan con medidas cuantificables para reducir el consumo energético y del agua. | ODS 6 y 7. |
Implantar un código de conducta en la empresa sobre acción de la empresa en materia de medio ambiente que incluya el uso eficiente de los recursos y la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas. | ODS 6, 12, 14 y 15. |
Incentivar el desplazamiento al trabajo en bicicleta, andando o mediante el uso de coche compartido. | ODS 7 y 13. |
Contratar a proveedores que garanticen un comportamiento ambiental responsable. A ser posible que sean productores ecológicos, que cuenten con energías renovables y sistemas de producción circulares. | ODS 7, 8, 12 y 15. |
Informar a trabajadores en general y a sus representantes en particular del progreso en la consecución de la Agenda 2030. | ODS 8. |
Contratar personas en situación de vulnerabilidad: parados de larga duración, jóvenes, personas con discapacidad o en riesgo de exclusión social. | ODS 8 y 10. |
Fomentar la contratación de empresas locales, impulsando la economía local y reduciendo los impactos ambientales. | ODS 8, 12 y 13. |
Incluir información ambiental y social en los productos y servicios. | ODS 10, 12, 13, 14 y 15. |
Desarrollar un plan de inversión en generación de zonas verdes en el entorno de la empresa, crear techos verdes, jardines verticales, etc. | ODS 11 y 13. |
Incluir información sobre la Agenda 2030 en los productos. | ODS 12. |
Implantar un código de conducta en la empresa sobre acción de la empresa en materia de Cambio Climático. | ODS 13. |
Desarrollar un plan de Economía Circular para reducir el uso de recursos, los residuos generados y sustituir los materiales contaminantes por otros más sostenibles además de implantar medidas de reciclaje y reutilización al máximo posible. | ODS 12. |
Desarrollar un plan de colaboración en conservación de la biodiversidad y los ecosistemas. | ODS 14 y 15. |
Implantar medidas en la cadena de suministro para reducir el impacto en la biodiversidad y los ecosistemas, el cambio climático y garantizar los derechos humanos y laborales. | ODS 13, 14 y 15. |
Implantar un código de conducta en la empresa sobre el respeto de los derechos humanos, la transparencia y que establezca medidas contra el fraude. | ODS 16. |
Establecer alianzas con otros actores implicados en el cumplimiento de la Agenda 2030. | ODS 17. |
Fuente: El papel de los ODS en la transición justa. Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente UGT-CEC. |
Con la intención de contribuir en la difusión y conocimiento de la Agenda 2030 y de sus 17 ODS, el Área de Medio Ambiente de UGTCyL ha diseñado un enorme panel con su colorido emblema circular. Éste será colocado en las principales sedes de UGT en Castilla y León. A través de este llamativo “rosco”, animamos a cualquier persona de la comunidad sindical de UGT en Castilla y León a que participe, para lo que proponemos dos maneras:
1) Compartiendo de forma resumida tus ideas e iniciativas sobre el ODS que creas oportuno. Esta información se analizará para poder ser debatida y estudiar la viabilidad de su implantación o bien derivarla a diferentes acciones que UGTCyL pueda desarrollar en materia de ODS y su proyección a la sociedad.
2) Simplemente, indicando cuál crees que, en tu opinión, es el ODS que requiere de mayor atención para alcanzar sus metas en 2030.
Para facilitar esta participación anónima, los “roscos” incorporan unas pegatinas grandes para que escribas tu idea o iniciativa, y unas más pequeñas para que señales el ODS que más te preocupa. En ambos casos, solo tienes que aprovechar el espacio correspondiente por colores y colocar la pegatina.