09 Feb Contribuir a acabar con la pobreza energética mitiga la desigualdad y ayuda al Planeta.
Del 17 al 23 de febrero se conmemora la Semana Europea de lucha contra la Pobreza Energética impulsada por la Asociación de Ciencias Ambientales para reivindicar la visibilidad del problema y buscar nuevas soluciones por parte de administraciones, agentes sociales y económicos y ciudadanía.
Con la llegada del invierno y el aumento continuo de los precios de los servicios energéticos, el sindicato exige medidas de calado para evitar situaciones de vulnerabilidad para aquellas familias que no pueden mantener sus viviendas con unas condiciones energéticas dignas.
► La pobreza energética afecta a la salud y al bienestar de las personas.
La calefacción, la refrigeración, la iluminación y la energía adecuadas para los electrodomésticos, son servicios esenciales que se necesitan para garantizar viviendas energéticamente eficientes y un nivel de vida y salud dignos. Sin embargo, muchas familias son incapaces de satisfacer una cantidad mínima de servicios energéticos para sus necesidades básicas, como mantener el hogar en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud (18 a 21ºC en invierno y 25ºC en verano, según los criterios de la OMS). Este fenómeno se denomina «pobreza energética».
Hay que señalar que vivir en una vivienda con temperaturas inadecuadas en invierno/verano o con moho y humedades, influye directamente en la privación material –tener que elegir entre calefacción o alimentación, o calefacción o material escolar–, en el absentismo o bajo rendimiento académico en la población infantil, en la disminución de los contactos sociales y de las oportunidades educativas y laborales de las personas adultas, o en la salud.
En este último caso, la pobreza energética está relacionada con una mayor prevalencia de enfermedades físicas y mentales (asma, artritis, reumatismo, depresión, ansiedad, etc.), que afectan más intensamente a segmentos de población vulnerables como niños, adolescentes y ancianos.
La pobreza energética puede surgir debido a diferentes factores que suponen un aumento de la vulnerabilidad, como la inestabilidad e informalidad de la mano de obra con bajos salarios, el mayor coste de la vida, la eficiencia energética de la vivienda o la falta de conexión formal a redes energéticas fiables, entre otros. En los últimos tiempos, esta situación se ha visto agravada por la pandemia del COVID-19, pero especialmente por la escalada de precios de la energía (generalmente asociadas a los conflictos geopolíticos y al incierto futuro de su suministro), y en especial de la luz (asociado al funcionamiento marginalista del mercado eléctrico).
Efectivamente, el panorama relativo a la factura de la luz dejó en 2021 el mes de diciembre más caro de la historia, casi el doble que en el mismo mes de 2018. En enero del presente año, la luz sigue sin dar un respiro, a pesar de los cambios en los peajes y cargos acaecidos desde el 1 de enero; de hecho, según la OCU, el resultado es que «la factura de enero para los hogares con la tarifa regulada PVPC (con 4,6 kW de potencia contratada y 292 kWh de consumo mensual) se eleva a 111,64 euros», lo que la convierte en la segunda factura más cara de la historia.
Hay que tener en cuenta que el escenario podría ser peor, pues el precio de la luz se modera gracias a la existencia de medidas transitorias como la reducción del IVA al 10% (mientras el precio de la electricidad en el mercado mayorista no sea inferior a los 45 euros/MWh), y la limitación del Impuesto de la Electricidad al 0,5%.
► Actualización de indicadores.
Según datos publicados en noviembre por Eurostat, España era en 2020 el sexto país europeo con más hogares con problemas para mantener su hogar caliente, por delante de Bulgaria, Lituania, Chipre, Portugal y Grecia; en la última «Actualización de indicadores de la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética», se explica y analiza la evolución en 2020 de la pobreza energética por medio de cuatro indicadores, tal y como se puede observar en la siguiente tabla:
Indicadores de pobreza energética correspondientes al año 2020 (MITECO).
Indicador 2017 2018 2019 2020
Gasto desproporcionado (% hogares).* 17,3 16,9 16,7 16,8
Pobreza energética escondida (% hogares).** 10,7 11 10,6 10,3
Temperatura inadecuada en la vivienda en invierno (% población). 8 9,1 7,6 10,9
Retraso en pago de facturas de suministros de la vivienda (% población). 7,4 7,2 6,6 9,6
*El gasto energético en relación con sus ingresos es más del doble de la mediana nacional.
**Porcentaje de los hogares cuyo gasto energético absoluto es inferior a la mitad de la mediana nacional.
Como se puede observar en la tabla, el indicador de gasto desproporcionado se mantiene prácticamente constante (con un ligero incremento respecto del año anterior), la pobreza energética escondida disminuye en comparación con 2019, y la temperatura inadecuada en la vivienda en invierno y el retraso en el pago de facturas de suministros de la vivienda sufren un incremento significativo.
► Mujer con menores a su cargo, el perfil de la pobreza energética.
Con un 16,8% de los hogares españoles realizando un gasto excesivo para poder pagar la energía, y con el 10,9% de la población (algo más de 5 millones de personas) viviendo en hogares con una temperatura inadecuada, en nuestro país no se puede mirar para otro lado más tiempo. Castilla y León no está mal posicionada en la comparativa con el Estado (15,97% y 6,6%, respectivamente) pero, estadísticas aparte, la realidad es que algo más de 150.000 castellanos y leoneses no pueden permitirse mantener un confort básico en sus hogares.
Cruz Roja indicó recientemente que la pobreza energética de las personas atendidas afecta sobre todo a mujeres (68%), y tiene una incidencia muy grande en hogares donde viven menores de 16 años (48,9%). Estos datos son compatibles con los del MITECO, que señala a los hogares más grandes (5 miembros o más), a los parados y a las familias monomarentales/monoparentales, como los perfiles de población más significativos sin una temperatura adecuada en su vivienda en invierno.
Estos datos, junto a los recogidos en diversos estudios, ponen de relieve que el riesgo de sufrir pobreza energética es mayor entre las mujeres que entre los hombres y aumenta significativamente con la edad y en los hogares sustentados solo por una mujer.
► La transición justa y la acción climática como respuestas a la crisis energética.
Ya hemos señalado las causas de la pobreza energética y algunas de sus consecuencias. Desde una perspectiva más amplia, habría que añadir su interrelación con la crisis climática, y es que no podemos contribuir en la lucha contra el calentamiento global sin incluir el problema de la pobreza energética. Esta interrelación se comprende, sin duda, observando los ODS de la Agenda 2030: una de las metas del ODS7 –garantizar el acceso universal a una energía asequible, segura, sostenible y moderna–, y otra del ODS 13 –adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos garantizando el acceso a la energía haciéndolo un servicio asequible para toda la ciudadanía–, están íntimamente unidas.
Desde UGT entendemos que debemos acelerar la acción climática, incluyendo medidas tanto de mitigación como de adaptación, al mismo tiempo que se apuesta por una transición energética más rápida, cuyos costes no recaigan sobre las personas más vulnerables de nuestras sociedades. La ecuación es sencilla: Eficiencia energética + energía renovable + transición justa = Lucha contra el cambio climático y la pobreza energética.
En este sentido, con la materialización del Pacto Verde Europeo en España (a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y de la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030), está por ver que asistamos a cambios de gran calado en la lucha contra el cambio climático y las desigualdades sociales, debido a la actual crisis energética. A esta causa se sumó en 2019 la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética (ENPE) 2019-2024, en la que se estableció un sistema de seguimiento a través de un informe anual, y unos objetivos que recogen la reducción de la pobreza energética en 2025: una meta del 50% y, al menos, una disminución del 25%, tal y como se observa en el siguiente esquema (Fuente: ACA):
Además de a un estrecho seguimiento de dichos compromisos, desde UGT instamos a introducir medidas que incluyan:
● Publicar planes de seguridad para los hogares de bajos ingresos y vulnerables hasta 2025 y planes para el acceso equitativo e inclusivo a la energía en el contexto de la transición energética.
● Avanzar en la acción climática y acelerar una transición justa hacia un sistema energético totalmente descarbonizado, que proporcione energía asequible, fiable, renovable y limpia para todos, creando al mismo tiempo empleos verdes y decentes.
● Adoptar medidas de eficiencia energética, como programas de rehabilitaciones profundas de viviendas sociales, públicas y de bajos ingresos, que reduzcan la demanda de energía y disminuyan la factura energética, creando simultáneamente nuevos empleos de calidad.
● Mejorar la información, capacitación y empoderamiento de los consumidores más vulnerables para controlar y ahorrar en el consumo energético.
● Invertir en servicios municipales para hacer frente a la pobreza energética y ayudar a las familias y grupos de difícil acceso.
● Garantizar el apoyo y la inversión en una transición justa en las ciudades, de acuerdo con las recomendaciones presentadas por la Llamada a la Acción de las Ciudades y Sindicatos para una Década Climática para Empleos de Buena Calidad, publicada por alcaldes y sindicatos de todo el mundo.
Fuentes:
– Actualización de indicadores de la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética. 2021. MITECO.
– Asociación de Ciencias Ambientales (ACA).
– Centro de asesoramiento sobre pobreza energética. Comisión Europea.
– «Hablemos de pobreza energética». Cruz Roja.
– «Precio de la luz: 2022 arranca con precios máximos». OCU.
– «Seguimiento precio electricidad: la factura de la luz de diciembre será la más alta de la historia». OCU.
– «Transición Justa y Crisis Energética». The B Team. Confederación Sindical Internacional.
– «UGT reclama medidas más eficaces contra la pobreza energética». UGT-CEC.
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