19 Abr Día internacional de la Madre Tierra 2023: ¡Los sindicatos debemos entrar en acción!
Desde la Unión General de Trabajadores, queremos alzar la voz en defensa de nuestro único hogar, que lleva años mandándonos mensajes de alerta y pidiendo que actuemos.
► Todos los días son el Día de la Madre Tierra.
En 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra, para concienciar al mundo de la necesidad de proteger el medio ambiente y de la conservación de la biodiversidad. De la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro Planeta y sus habitantes. Restaurar aquellos que están dañados ayudará a acabar con la pobreza, a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva. Pero sólo lo conseguiremos si todo el mundo pone de su parte.
► Cuando la Madre Tierra nos manda un mensaje.
El actual modelo de desarrollo y los avances económicos, tecnológicos y sociales han conducido a una reducción de la capacidad de la Tierra para sostener el bienestar humano actual y futuro. Extraemos muchos más recursos naturales de lo que nuestro Planeta es capaz de generar, lo que nos ha llevado a la situación de que actualmente vivimos como si tuviéramos 1,75 planetas.
La emergencia climática, la pérdida de biodiversidad, la deforestación y el cambio de uso del suelo, la contaminación del suelo, el agua y el aire, la destrucción de ecosistemas, la acidificación del océano o la alteración de los ciclos de nutrientes (como el nitrógeno o el fósforo), son ejemplos de nuestro impacto en la destrucción del Planeta. Aún a día de hoy nos enfrentamos al enfermedades y epidemias y una pandemia sanitaria mundial con una fuerte relación con la salud de nuestro ecosistema. La Madre Tierra claramente nos pide que actuemos.
► Hacer las paces con la Naturaleza.
Los riesgos para el bienestar humano y el menoscabo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible continuarán intensificándose a menos que se detenga la degradación ambiental. Un calentamiento global superior a los 2 °C −combinado con la continua pérdida de biodiversidad y el aumento de la contaminación−, va a provocar consecuencias nefastas para la humanidad. Asimismo, impide que se avance en la erradicación de la pobreza y el hambre, la reducción de las desigualdades, el trabajo decente y unas sociedades pacíficas e inclusivas. El informe final de conclusiones del sexto ciclo de evaluación, presentado recientemente por el IPCC, evidenció muy claramente que el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del Planeta y, lo más preocupante, que la ventana de oportunidad para asegurarse un futuro habitable y sostenible para todos se está cerrando rápidamente. La ventana para actuar se cierra, y nos urge a actuar a escala global en la producción de energía renovable, la protección y restauración de ecosistemas, la agricultura regenerativa y agroecológica, el aislamiento térmico de edificios y en la electrificación de la industria, la calefacción y el transporte.
La prosperidad de los seres humanos en los próximos años pasa ineludiblemente por la transformación de nuestro sistema de producción y consumo, por el uso racional del espacio finito y los recursos naturales restantes del Planeta, así como por la protección y la restauración de sus ecosistemas y su biodiversidad. La ciencia lleva años advirtiendo de que nos estamos quedando sin tiempo, de que necesitamos acelerar la transición ecológica. No hay otra alternativa posible, necesitamos urgencia y ambición, necesitamos hacer las paces con la naturaleza.
► Reivindicamos una urgente política hacia la transición ecológica justa.
Con la conmemoración del Día Internacional de la Madre Tierra es necesario pararse a reflexionar sobre la situación de emergencia ecológica. Una crisis socio-ecológica a la que hay que hacer frente situando en el centro las indicaciones de la ciencia y la protección a los colectivos más vulnerables.
Las personas trabajadoras hemos de reivindicar el avance imparable hacia una economía que cuide nuestro Planeta, que cuide a las personas. La crisis socio-ecológica (fundamentada en la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la contaminación) nos traslada la clara idea de una alarmante inacción de décadas que no puede esperar más. Se requiere un cambio profundo y rápido de la forma en que producimos, nos movemos y consumimos. Una revolución nunca vista anteriormente, ya no tanto por la velocidad necesaria si no por la dimensión global de la misma.
Para UGT Castilla y León, es fundamental que esta transición ecológica sea justa. Somos conscientes del impacto social y en el empleo que conlleva sobrepasar los límites de nuestro Planeta, pero también de la dimensión social y laboral que ha de tener la transición ecológica para que pueda llegar a buen término. La creación de empleo verde y de calidad, la mejora de las condiciones laborales y la búsqueda de alternativas para aquellas personas trabajadoras y territorios vulnerables, tienen que ser la base de todas las políticas y medidas, porque el éxito de la transformación dependerá del modo en que nuestra sociedad se ocupe de quienes sean más vulnerables y de reducir las desigualdades. Ello debe hacerse bajo el paraguas de la transición justa, un enfoque que permite que los sindicatos participen activamente en la toma de decisiones de las políticas climáticas y medioambientales en el marco empresarial y en el diálogo social, para no dejar a nadie atrás.
Fuentes:
– Día Internacional de la Madre Tierra 22 de abril. Naciones Unidas.
– «Hacer las paces con la naturaleza: un plan científico para abordar la triple emergencia del clima, la biodiversidad y la contaminación”. PNUMA, 2022.
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