Día Mundial del Medio Ambiente: por un Planeta sin contaminación por plásticos.

Día Mundial del Medio Ambiente: por un Planeta sin contaminación por plásticos.

El Día Mundial del Medio Ambiente 2023 nos recuerda que toda acción que tome la ciudadanía contra la contaminación por plásticos suma al movimiento mundial.


Esta conmemoración nos brinda la oportunidad de ampliar las bases de una opinión pública bien informada y de una conducta de los individuos, las personas trabajadoras y las empresas y colectivos, inspirada tanto en el sentido de responsabilidad, como en la búsqueda de la igualdad y la justicia socio-ambientales.

► 50 años de la principal conmemoración en materia medioambiental.

El 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, está dirigido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Este año marca su 50 aniversario, pues fue establecido por primera vez por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972. En estos últimos 50 años, esta conmemoración internacional ha llegado a convertirse en una de las plataformas mundiales con mayor alcance en favor de las causas ambientales. Decenas de millones de personas se han sumado a participar de manera virtual y presencial en actividades, eventos y todo tipo de iniciativas alrededor del mundo.

► Nuestro Planeta se ahoga en un mar de plástico.

Estamos utilizando el equivalente a 1,75 Tierras para mantener nuestra forma de vida actual, y los ecosistemas no pueden satisfacer nuestras demandas. En este escenario de crisis socio-ecológica, el mundo se enfrenta a tres grandes impactos socio-ambientales: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, y la contaminación, impulsadas por la actividad humana y los modelos insostenibles de consumo y producción.

Somos adictos al plástico. Producimos alrededor 430 millones de toneladas de plástico al año, dos tercios de los cuales son productos de vida corta que pronto se convierten en desechos. Millones de toneladas de desechos plásticos se arrojan al medio ambiente y en ocasiones son transportadas miles de kilómetros hasta destinos donde, en su mayoría, se incineran o se abandonan en vertederos. La contaminación por plásticos puede provocar efectos devastadores para nuestros ecosistemas y vida silvestre, nuestra salud y bienestar y la economía mundial. Sin embargo, los compromisos actuales asumidos por los gobiernos y la industria solo reducirán el volumen anual de plástico que fluye hacia el océano un 8 % para 2040. Los costes sociales y económicos de la contaminación por plásticos alcanzan los US$ 600.000 millones anuales, afectando de la siguiente manera a la:

– Biodiversidad.
Se calcula que entre 19 y 23 millones de toneladas de plástico se filtran anualmente en los ecosistemas acuáticos. La contaminación por plásticos tiene efectos devastadores sobre una amplia gama de organismos en nuestros mares, ríos y en el suelo. La basura marina perjudica a más de 800 especies. Se cree que más del 90% de todas las aves y peces tienen partículas de plástico en sus estómagos. Los efectos de la ingestión de microplásticos son catastróficos; provocan inanición, alteraciones endocrinas, retraso del crecimiento en algunas especies y descompensación del sistema digestivo. El plástico puede impedir que la vida acuática reciba oxígeno y luz; por su parte, los microplásticos también pueden acumularse en el suelo debido a su uso en productos agrícolas.

– Crisis climática.
La producción de plástico es uno de los procesos de fabricación más intensivos en energía del mundo, lo que supone un problema para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ºC. En 2019, el plástico generó el 3,4% del total mundial de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La mayoría de los plásticos se originan a partir de combustibles fósiles y la industria del plástico representa el 6% del consumo mundial de petróleo. Se prevé que el nivel de emisiones de GEI asociadas a la producción, uso y eliminación de plásticos convencionales basados en combustibles fósiles aumente hasta alcanzar el 19% de las emisiones globales para 2040. Esto es especialmente problemático en el caso de los plásticos de un solo uso: el 98% de los productos de plástico de un solo uso se producen a partir de combustibles fósiles o materias primas “vírgenes”.

– Salud humana.
Los microplásticos pueden entrar en el organismo por inhalación y absorción a través de la piel y acumularse en los órganos, incluida la placenta. Algunas de las sustancias químicas de los microplásticos están asociadas con graves impactos en la salud, especialmente en las mujeres. Los científicos han establecido vínculos entre la exposición a los aditivos químicos que se filtran de los plásticos con la obesidad, la diabetes, la mala salud cerebral e incluso el cáncer. Todavía se está investigando sobre los efectos que los microplásticos tienen en la salud humana, y aún no sabemos hasta qué punto son peligrosos. Además, debido a una infraestructura de gestión de residuos limitada e ineficaz, el 40% de la basura mundial se quema, de la cual el 12% se compone de plástico. La quema de residuos plásticos tiene múltiples impactos nocivos en la salud, entre ellos el aumento del riesgo de enfermedades cardíacas y el agravamiento de problemas respiratorios, como asma y enfisema.

¿De dónde proceden todos estos residuos plásticos?

¿Cómo podemos resolver la crisis del plástico? ¿Qué papel tenemos las personas trabajadoras y sus sindicatos?

Dado que la contaminación por plásticos es un problema global, resolverlo requiere también un enfoque global. Tanto las personas a título individual, como las ONG´s, las asociaciones comunitarias, las organizaciones educativas y científicas, los gobiernos, ciudades y autoridades locales, las empresas y fabricantes y las personas trabajadoras y sus representantes, son partes interesadas y tenemos un papel que desempeñar. Os invitamos a echar un vistazo a la guía práctica «Sin contaminación por plásticos», donde nos da pistas sobre cómo podemos resolver la crisis del plástico.

No obstante, es necesario por parte de los Estados el desarrollo de un tratado global que aborde efectivamente las causas principales de la contaminación. París es en estas fechas el escenario para que los Estados reafirmen su compromiso con propuestas concretas para proteger al medio ambiente y a las personas de los efectos de la contaminación por plásticos. Desde el mundo sindical subrayamos en primer lugar la interrelación que existe entre la protección del medio ambiente, el trabajo decente y la erradicación de la pobreza, así como el potencial de la tecnología verde para contribuir a la igualdad de género y los derechos humanos. En segundo lugar reclamamos leyes nacionales, dentro de un marco global, para prohibir y eliminar las sustancias peligrosas y proteger a los trabajadores y consumidores. Los Gobiernos deben asumir sus responsabilidades normativas y hacer frente a las empresas químicas, que retrasan y frustran la sustitución de productos químicos tóxicos que provocan cáncer y otros trastornos, por alternativas que no causan muertes ni enfermedades en el trabajo ni en la comunidad. Y en tercer lugar reivindicamos el papel fundamental que desempeñan las personas trabajadoras de la economía informal y las cooperativas de trabajadores en la recolección, la clasificación y el reciclaje de plásticos en muchos lugares. De esta forma, cualquier acuerdo internacional debe reconocer la importancia de todos los trabajadores en el ciclo vital de los plásticos, incluyendo planes integrales para una ‘transición justa’ a fin de abordar las futuras repercusiones.

 

► UGTCyL con el Día Mundial del Medio Ambiente.

Desde UGT Castilla y León entendemos que el mundo del trabajo está conectado íntimamente con el medio ambiente, por lo que su protección debería considerarse parte tanto de nuestros derechos como de nuestros deberes laborales. Las personas trabajadoras y sus representantes podemos y debemos contribuir con acciones para cuidar la naturaleza, adoptando hábitos de producción y consumo responsables. Para garantizar que estas prácticas tengan éxito y logren un cambio real es factor imprescindible que colaboremos y nos impliquemos en nuestras empresas y en nuestros territorios para promover e impulsar el desarrollo de políticas ambientales justas y equitativas, siendo trascendental que adquiramos costumbres más saludables en nuestra movilidad cotidiana. Además, reivindicamos:

  • La elaboración y establecimiento de una Ley autonómica de lucha contra el cambio climático y por una transición ecológica justa. Debemos reducir nuestra vulnerabilidad ante los estragos climáticos, convertirnos en una sociedad resiliente con capacidad de proteger y adaptar sectores clave como la agricultura o el turismo, y en todo caso todos aquellos asociados a la biodiversidad y los espacios naturales protegidos, los recursos hídricos, forestales y energéticos pero, sobre todo, nuestra salud y la de nuestros ecosistemas.
  • El desarrollo de las medidas establecidas en la Estrategia de Economía circular 2021-2030 de Castilla y León, como contribución a la transición de una economía lineal a una circular.
  • En este sentido, es esencial el cambio de nuestro modelo productivo y de consumo, abandonando el paradigma extractivista que antepone el beneficio empresarial a un escenario de destrucción tanto de recursos naturales como del andamiaje sociocultural asociado –facilitado por la flexibilización de las normas ambientales–, dejando un balance socioambiental netamente negativo. Hay que acabar con esta impunidad.
  • El desarrollo de las medidas contenidas en la Estrategia para la mejora de la calidad del aire en Castilla y León 2020-2030.
  • La promoción de los planes de movilidad para empresas y polígonos industriales, con la participación de los Ayuntamientos, empresas y representantes de las personas trabajadoras.
  • La implementación en la planificación urbana de medidas de mitigación y adaptación en la lucha contra el cambio climático. La transición energética en las ciudades es esencial para mitigar la pobreza energética, cada vez más preocupante en nuestra comunidad autónoma. 
  • Los gobiernos locales también deben adoptar políticas, planes y programas en materia de la conservación y el fomento de la biodiversidad, la protección del medio hídrico, la restauración de espacios naturales degradados, la mejora de la conectividad ecológica y la salvaguardia de los ecosistemas. En este sentido, el gobierno autonómico debe apoyar enfocando la vinculación recíproca entre desarrollo rural y conservación de la biodiversidad, con propuestas que contribuyan a la integración efectiva y sostenible del progreso socioeconómico en las zonas rurales y la protección la naturaleza.
  • La necesidad de fomentar actividades económicas que generen empleos verdes y decentes en detrimento de aquellas que conducen al agotamiento de los recursos naturales y a la crisis climática. En este sentido, la preservación del empleo y la mejora de la competitividad de la economía debe sentarse en el marco de una transición ecológica justa basada en el diálogo social.
  • El fomento de la cultura de la prevención ambiental a través de la información y de la formación laboral, y la inclusión de cláusulas medioambientales en los convenios colectivos que desarrollen la figura del delegado/a medioambiental.
  • El impulso inmediato de nuevas políticas y medidas urgentes para alcanzar el cumplimiento de la Agenda 2030.

 

En este Día Mundial del Medio Ambiente, desde UGT Castilla y León no podemos olvidarnos de todas las personas trabajadoras que se dedican, muchas veces en situaciones difíciles, peligrosas y precarias, a la protección del medio natural. Son unos héroes que merecen todo nuestro reconocimiento y valoración. ¡Gracias!

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