25 Feb Así es el «Marco Estratégico de Energía y Clima», que se expone a participación pública.
Este marco estratégico se apoya en tres pilares: el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y la Estrategia de Transición Justa.
El Acuerdo de París de 2015 y la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas marcan el inicio de una agenda global sostenible que conlleva la transformación del modelo económico y de un nuevo contrato social de prosperidad inclusiva dentro de los límites del planeta. España es país compromisario de dichos acuerdos, pero también es miembro de la Unión Europea, quien ya se comprometió en 2014 a través del «Marco sobre clima y energía» a la reducción en 2030 de un 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero (en relación con los niveles de 1990). Para ello, nuestro país debía enviar antes del 31 de diciembre de 2018 el llamado «plan integrado de energía y clima», siendo España el último país en hacerlo incumpliendo, de paso, el plazo previsto.
En cualquier caso, el 22 de febrero el Gobierno, a través del Ministerio para la Transición Ecológica, ha presentado el «Marco Estratégico de Energía y Clima», como «una oportunidad para la modernización de la economía española, la creación de empleo, el posicionamiento de liderazgo de España en las energías y tecnologías renovables que dominarán la próxima década, el desarrollo del medio rural, la mejora de la salud de las personas y el medio ambiente, y la justicia social». En este paquete de medidas se encuentra el borrador del «Plan integrado de energía y clima» (PNIEC 2021-2030), que se hace acompañar por un antreproyecto de ley de cambio climático y transición energética, y un borrador de estrategia de transición justa), que comparten el inconveniente de que no podrán ser puestas en marcha durante esta legislatura y dependerán del Ejecutivo que salga de las elecciones del 28 de abril.
Los objetivos más relevantes del «Marco Estratégico de Energía y Clima» contemplan que un 42% del consumo energético sea de origen renovable en 2030 (para cuando calcula que podría caer un 12% la factura de la luz gracias a esas medidas), el cierre de las centrales de carbón, el veto a los motores que emitan dióxido de carbono a partir de 2040 y 1.000 millones en ayudas para el coche eléctrico hasta 2025, entre otros. No obstante, el Ministerio argumenta que no se podrá cumplir con el objetivo de reducir en un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero marcado por la UE para el año 2030 respecto a 1990, conformándose con una reducción del 21% como consecuencia de la ausencia de políticas adecuadas, alegando que en estos momentos España está un 17% por encima de las emisiones de 1990.
Según indica el Gobierno a través de su página web, el Marco de Energía y Clima va acompañado de un sólido análisis, basado en seis modelos matemáticos contrastados, en los que se han tenido en cuenta más de mil variables, y un análisis de impactos en el marco del PNIEC 2021-2030. Este análisis, presume de demostrar que España tiene mucho que ganar en este proceso de descarbonización y arroja datos de gran oportunidad para el país, como los siguientes:
1) Las medidas que se pondrán en marcha con el marco generarán entre 250.000 y 364.000 nuevos empleos de calidad entre 2021 y 2030 (de empleo anual no acumulado), respecto a un escenario en el que no se ponen en marcha estas medidas. Son empleos ligados fundamentalmente a la industria, a la mejora de la eficiencia –especialmente en la rehabilitación de casas y edificios–, la innovación, las energías renovables, y el sector servicios. Sólo las inversiones en renovables generarán entre 102.000 y 182.000 empleos durante la década, a raíz de los cuales se beneficiará principalmente la industria manufacturera (18%), construcción (15%), comercio y reparación (13%) asociadas al sector renovable.
2) El marco movilizará más de 200.000 millones de euros de inversión privada, pública, y bajo modelos de colaboración público-privada en España la próxima década. Para ello se necesitará de una inversión pública de 47.000 millones, tanto estatal, autonómica, local y de la Unión Europea.
3) El PIB de España aumentará entre 19.300 y 25.100 millones entre 2021 y 2030, un 1,8% en 2030 respecto a un escenario sin plan, tanto por las inversiones previstas, como por el mayor ahorro y eficiencia energética y la menor importación de combustibles fósiles.
4) El marco permite ahorrar 75.379 millones de euros hasta 2030 por la caída de importaciones de combustibles fósiles. Por tanto, se mejorará la seguridad energética de España, que si bien no es un país rico en combustibles fósiles sí lo es en sol y viento.
5) Las medidas tendrán una incidencia muy positiva en la salud. Solo la mejora de la calidad del aire con las medidas previstas en el Plan evitará la muerte de más de 2.000 personas en España en 2030, respecto a un escenario sin el plan.
Contenido del Marco Estratégico:
⇒ Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética:Es el marco normativo que constituye la herramienta institucional para facilitar la progresiva adecuación de nuestra realidad a las exigencias de la acción climática. Este texto incluye los instrumentos de cooperación institucional necesarios; herramientas de evaluación y aprendizaje; y un marco facilitador de la transición energética con cauces de integración de los diferentes sectores.
⇒ Estrategia de Transición Justa: Incluye los instrumentos necesarios para optimizar las oportunidades de empleo de la transición a través de marcos de formación profesional, políticas activas de empleo, medidas de apoyo y acompañamiento –con especial atención a sectores estratégicos–, y planes de reactivación de los territorios que puedan verse afectados por este proceso para que nadie quede atrás. Además se incluyen instrumentos de reducción de la desigualdad y apoyo a los consumidores, en particular los vulnerables.
⇒ Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030: define los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, de penetración de energías renovables y de eficiencia energética. Determina las líneas de actuación y la senda que, según los modelos utilizados, es la más adecuada y eficiente, maximizando las oportunidades y beneficios para la economía, el empleo, la salud y el medio ambiente; minimizando los costes y respetando las necesidades de adecuación a los sectores más intensivos en CO2. Es un documento programático que debe presentarse a la Comisión Europea para su evaluación y que será debatido con los distintos agentes en España a lo largo de 2019.
Para más información acude a la página web del Ministerio de Transición Ecológica.
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