01 Mar La advertencia del IPCC: Los impactos climáticos ponen a la humanidad en peligro.
Tras siete años de trabajo, el IPCC publica la segunda parte del Sexto Informe de Evaluación «Cambio Climático 2022: Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad». El grupo de especialistas señala que hasta ahora la adaptación a los efectos del calentamiento global ha sido ineficaz, y avisa de que la inacción condena a los seres vivos y los ecosistemas a mayores impactos: «Las medias tintas ya no son una opción».
El informe evalúa los impactos del cambio climático, analizando los ecosistemas, la biodiversidad y las comunidades humanas a nivel mundial y regional. También revisa las vulnerabilidades y las capacidades y límites del mundo natural y las sociedades humanas para adaptarse al cambio climático.
► La dramática advertencia del IPCC sobre las consecuencias de la inacción.
Si el pasado agosto el Grupo I del organismo —dedicado a la base científica y física de la crisis climática— instaba a los Gobiernos del mundo a tomar decisiones drásticas y urgentes para establecer “reducciones fuertes y sostenidas” de las emisiones de gases de efecto invernadero, hoy el Grupo II —centrado en los impactos, la adaptación y la vulnerabilidad del planeta y sus habitantes— lanza un nuevo y contundente mensaje al mundo: “El cambio climático, inducido por el hombre, está causando perturbaciones peligrosas y generalizadas en la naturaleza y afectando la vida de miles de millones de personas en todo el mundo, a pesar de los esfuerzos para reducir los riesgos”.
Por si alguien no ha entendido el mensaje, el panel científico expone que se están sobrepasando los límites para hacer frente a la crisis global y que las medidas tomadas hasta ahora han sido escasas. Hoesung Lee, presidente del IPCC, es tajante: “El informe muestra que el cambio climático es una grave y creciente amenaza para nuestro bienestar y para la buena salud del planeta. Nuestras acciones de hoy darán forma a cómo se adapta la humanidad en el futuro y cómo responde la naturaleza a los crecientes riesgos climáticos”.
► Clima y biodiversidad: dos crisis interconectadas que ponen en peligro a la Humanidad.
El IPCC cifra entre 3.330 y 3.600 millones las personas que habitan regiones altamente vulnerables al calentamiento global. Los fenómenos que ya está causando el fenómeno ya han expuesto a la inseguridad alimentaria y de agua a millones de personas, especialmente en África, Asia, América Central y del Sur, en pequeñas islas y en el Ártico.
Un aspecto novedoso de este trabajo, y que responde a una realidad ya reflejada en muchos estudios en los últimos años, es que es imposible entender el cambio climático sin la pérdida de biodiversidad. Las dos son las dos mayores crisis medioambientales de nuestra época, y no pueden abordarse por separado. El informe reconoce así la interdependencia entre el clima, los ecosistemas y la biodiversidad y las sociedades humanas. Si se quiere evitar una creciente pérdida de vidas, biodiversidad e infraestructuras, “se requiere una acción ambiciosa y acelerada”, apuntan, así como recortes “rápidos y profundos en las emisiones”. Asimismo, el colectivo científico señala la creciente desigualdad del progreso de la adaptación al cambio climático y las brechas cada vez mayores entre las medidas tomadas y las necesarias para hacer frente a estos fenómenos.
► Atención a los riesgos clave para Europa.
En el escenario actual (1,1 °C más cálido) en Europa el clima ya está afectando a la naturaleza y a los sistemas humanos. Se espera que los impactos de las olas de calor y las sequías se vuelvan más frecuentes, y se proyectan impactos en gran parte negativos para regiones del sur. No obstante, en el informe se han identificado cuatro riesgos clave para Europa, con un escenario de calentamiento global de 2 °C en comparación con 1,5 °C, en un contexto con baja a media adaptación. A partir de 3 °C e incluso con alta adaptación, siguen existiendo graves riesgos para muchos sectores en Europa:
Riesgo clave 1. Mortalidad y morbilidad de las personas y cambios en los ecosistemas debido al calor. El número de muertes y de personas en riesgo de estrés por calor aumentará entre dos y tres veces a 3 ºC en comparación con 1,5 ºC. Por encima de 3 °C, existen límites para el potencial de adaptación de las personas y los sistemas de salud existentes. El calentamiento disminuirá el espacio de hábitat adecuado para los ecosistemas terrestres y marinos actuales y cambiará irreversiblemente su composición, aumentando en severidad por encima de 2 °C. Se prevé que las zonas propensas a incendios se extiendan por toda Europa, amenazando biodiversidad y sumideros de carbono.
Riesgo clave 2: Estrés por calor y sequía en los cultivos. Se prevén importantes pérdidas de producción agrícola para la mayoría de las zonas europeas durante el siglo XXI, que no se compensarán con ganancias en el norte de Europa. Si bien el riego es una opción de adaptación eficaz para la agricultura, la capacidad de adaptarse utilizando el riego se verá cada vez más limitado por la disponibilidad de agua, especialmente por encima de 3 °C.
Riesgo clave 3: Escasez de agua. En el sur de Europa, más de un tercio de la población estará expuesto a escasez de agua a 2 °C; por debajo de 3 °C, este riesgo se duplicará, y ocasionará pérdidas económicas significativas en los sectores más dependientes de agua y energía. Para Europa occidental, central y meridional, y para muchas ciudades, el riesgo de la escasez de agua aumentará considerablemente por debajo de 3 °C.
Riesgo clave 4: Inundaciones y aumento del nivel del mar. Por encima de 3 °C, los costes de daños y personas afectadas por las precipitaciones y las inundaciones de los ríos pueden duplicarse. Se prevé que el daño por inundación costera aumente al menos 10 veces al final del Siglo XXI, e incluso más o antes con la adaptación y mitigación actuales.
► Por un desarrollo resiliente al clima, también en Castilla y León.
El informe del IPCC nos advierte de que en muchas partes de Europa, las medidas de adaptación existentes no son suficientes para evitar los riesgos más allá de un escenario de 1,5 °C. Son necesarias medidas como una intervención radical en la planificación urbana a través de medidas de adaptación; la restauración, ampliación y conexión de las áreas protegidas; cambios en prácticas agrícolas; un adecuado manejo de los bosques; la expansión de prácticas agroecológicas; mejoras en la eficiencia del uso y almacenamiento del agua, etc.
Sin embargo, cerrar la brecha de la adaptación requiere ir más allá de la planificación cortoplacista, y de asegurar una implementación oportuna y adecuada. Los expertos nos indican que las vías de adaptación inclusivas, equitativas y justas son fundamentales para el desarrollo resiliente al clima, de que el éxito de la adaptación dependerá de nuestra comprensión de las opciones viables y efectivas de adaptación en el contexto local.
Por ello, desde UGT Castilla y León insistimos en la importancia de impulsar las políticas climáticas como punto crítico para una transición justa, tanto a nivel nacional, como autonómico. Es urgente que el próximo Gobierno de Castilla y León se tome la crisis climática y energética en serio, y comience cuanto antes por abordar un proceso de participación para la elaboración de la futura ley de cambio climático y transición justa, que deberá impulsar las bases para una transición ecológica justa que fomente el desarrollo de empleos verdes y decentes y ponga freno a las catástrofes climática y de diversidad biológica.
Fuentes:
– Informe Cambio Climático 2022: Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad. Contribución del Grupo de Trabajo II al Sexto Informe de Evaluación del IPCC.
– Artículo de El Salto: «Dura advertencia del IPCC: “El mundo se enfrenta a múltiples e inevitables riesgos en las próximas dos décadas”.
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