Para evitar una catástrofe climática, la ambición del Acuerdo de París debe quintuplicarse.

Para evitar una catástrofe climática, la ambición del Acuerdo de París debe quintuplicarse.

La ONU asegura que hay que actuar de inmediato y aumentar la ambición.

El Informe Anual de Brecha de Emisiones del PNUMA dice que incluso si se implementaran todos los compromisos incondicionales actuales en virtud del Acuerdo se espera que las temperaturas aumenten 3,2° C, lo que provocará impactos climáticos más destructivos y de mayor alcance. Esto quiere decir que la ambición colectiva debe aumentar más de cinco veces sobre los niveles actuales para lograr los recortes necesarios durante la próxima década. El informe asegura que las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado un 1,5% anual durante la última década. Las emisiones en 2018, incluidos los cambios en el uso del suelo, como la deforestación, alcanzaron un nuevo máximo que equivale a 55,3 gigatoneladas de CO2.

El riesgo de superar los 1,5 °C.

El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtió que ir más allá de 1,5 °C aumentará la frecuencia e intensidad de los impactos climáticos, como las olas de calor y las tormentas presenciadas en todo el mundo en los últimos años. Otras consecuencias son el aumento de hasta diez centímetros en el nivel del mar, un océano Ártico sin hielo en el verano y la extinción de los arrecifes de coral para el 2100.

Los países desarrollados deben aportar más.

Las naciones del G20 representan colectivamente el 78% de todas las emisiones, pero solo cinco miembros del G20 se han comprometido con un objetivo a largo plazo de cero emisiones. El informe asegura que, a corto plazo, los países desarrollados tienen que reducir sus emisiones más rápido que los países en desarrollo, por razones de equidad, y porque el Acuerdo establece que las naciones de bajos ingresos aún pueden aumentar las emisiones para impulsar su economía. Sin embargo, todos necesitarán contribuir más a los efectos colectivos. Los países en desarrollo pueden aprender de los esfuerzos exitosos en las economías ricas, así como adoptar tecnologías más limpias de forma más rápida.

 

La OMM advierte de que cada vez hay más CO2 en la atmósfera.

La concentración media mundial de dióxido de carbono (CO2), el principal gas causante del efecto invernadero, no solo no se redujo en 2018 sino que, con 407,8 partes por millón, pulverizó todos los récord históricos existentes, según el informe anual emitido por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). El incremento anual de la concentración de CO2 en la atmósfera fue de un 0,56%, lo que significa que la presencia de este gas no solo mantiene su crecimiento sino que acelera el ritmo, ya que se trata de una subida superior a la media de la última década.

Para el OMM, lo peor, pese a todo, no son las actuales y altísimas concentraciones sino que, salvo que se produzca un recorte urgente y drástico de las emisiones, la presencia de CO2 en la atmósfera no dejará de crecer a lo largo de la próxima década, sin que nada indique cuándo podría alcanzar su techo, lo que tiraría por tierra todos los compromisos de reducción para 2030 alcanzados en el Acuerdo del París de 2015 y la posibilidad de frenar los efectos más desastrosos del cambio climático.

 

Segunda encuesta climática del BEI.

La encuesta climática del Banco Europeo de Inversiones (BEI) revela que la migración ambiental es vista como una fuerte realidad en Europa, donde el 82% de los encuestados anticipa que el cambio climático obligará a las personas a abandonar su país de residencia para escapar de las condiciones climáticas extremas. Al mismo tiempo, el 24% de los europeos también prevé mudarse a otro país debido al cambio climático. Este número es significativamente mayor entre las generaciones más jóvenes, donde el 41% está considerando seriamente la opción de mudarse al extranjero. De hecho, hasta un 51% de los jóvenes españoles creen que tendrán que mudarse a zonas más frías del país o al extranjero debido al cambio climático.

Por otro lado, aunque los países del sur de Europa reflejan a través de su opinión un mayor impacto percibido del cambio climático (87% para España), son los países del norte de Europa los que perciben la crisis climática como la mayor amenaza. Los países de la cuenca mediterránea perciben otros dos retos como de mayor importancia, como son el desempleo y la la inestabilidad política.

 

 

«Crisis climática», la expresión del año.

Oxford Dictionaries , el servicio de diccionarios en línea producidos por Oxford University Press cumple un año más con este ritual y acaba de proclamar su particular Palabra del año, aunque en realidad no es una palabra sino una frase con dos palabras. Oxford Dictionaries define «emergencia climática« como «una situación en la que se requieren medidas urgentes para reducir o detener el cambio climático y evitar daños ambientales potencialmente irreversibles como resultado de él».

Este año, la mayor conciencia pública sobre la ciencia del clima y las innumerables implicaciones para las comunidades de todo el mundo ha generado una enorme discusión sobre lo que el Secretario General de la ONU ha llamado «el tema definitorio de nuestro tiempo». Pero no es solo este aumento en la conversación lo que ha llamado la atención de esta editorial. Su investigación revela una escalada demostrable en el lenguaje que las personas usan para articular información e ideas sobre el clima, hasta convertirse en uno de los términos más destacados (y más debatidos) de 2019.

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