31 Ene No mires al MONTE: La inadaptación climática no es una opción, es una temeridad.
Ante el enésimo gran incendio forestal en Castilla y León –esta vez en Hermisende (Zamora), casi 2.000 Ha.– y en pleno invierno, nos preguntamos por qué están fracasando los esfuerzos para evitar este tipo de catástrofes y por qué no se despliegan políticas contundentes de adaptación al cambio climático que puedan mitigarlas.
Después del gravísimo incendio de Navalacruz (Ávila), nuestros políticos siguen mirando hacia los fenómenos climáticos extremos para encontrar un culpable. Pero casi nadie habla de las causas estructurales arrastradas tras décadas de abandono y ausencia de inversiones en el medio rural. Tampoco se mira a la situación de los bomberos forestales, con plantillas insuficientes, trabajos precarios, inseguros y escaso reconocimiento social.
► Por qué la despoblación y el envejecimiento de los pueblos dan forma al círculo vicioso del cambio climático y los incendios forestales.
Son muchos los pueblos que languidecen demográficamente. No es algo exclusivo de Castilla y León, y la explicación de este escenario es compleja y dilatada en el tiempo. Tras la emigración llegó el abandono y el desmantelamiento de lo poco que había: negocios, servicios, infraestructuras, etc. Con el abandono de los pueblos desaparecen los usos tradicionales de la agricultura y la ganadería, la gestión del monte y del paisaje montano, los saberes ancestrales y, en este escenario, ocurre lo siguiente:
a) Degradación de paisajes naturales y pérdidas de paisajes agrarios y saberes ancestrales. Los paisajes agrarios, despoblados, se distorsionan, se degradan, colapsan. En este escenario se añade incertidumbre y complejidad a la solución de los conflictos socio-ambientales. El constructo ser humano/ecosistema se desequilibra poco a poco sin que nadie haga nada para evitarlo. Las raíces se marchitan en favor de la homogeneidad, de la búsqueda de lo económico a ultranza como «solución» ante una situación desesperada.
b) Pérdida de biodiversidad. Si se abandonan los aprovechamientos tradicionales se pierde biodiversidad. Por un lado, se pierden especies vegetales y animales autóctonas. Estas especies, muy rústicas, son las más adecuadas para afrontar la crisis climática. Las especies adaptadas a la zona suelen ser sustituidas por otras variedades más productivas o, simplemente, desaparece la actividad agraria en las zonas afectadas y, con ella, las costumbres y los saberes tradicionales.
c) Erosión. El suelo es un recurso natural no renovable, lo que implica que su pérdida y degradación no son reversibles a escala humana. Con menos de 5 t/ha/año, Castilla y León es una de las CC.AA. en las que menos pérdidas de suelo se registran por erosión, pero es un territorio endémico para los grandes incendios forestales lo que supone el peor daño ecológico , al eliminar la fuente de nutrientes para la vegetación y la fauna. El mantenimiento de las prácticas de aprovechamiento tradicionales y el fomento de la agricultura de conservación, son vitales para evitar este brutal impacto.
d) Más incendios. La despoblación rural provoca que las zonas forestales se expandan de forma incontrolada. De esta forma, se genera un polvorín a expensas de un descuido o de un terrorista de la llama; pero también de una meteorología adversa: el calentamiento global expande los períodos de sequía, las olas de calor. El incendio provoca emisiones, pérdida de biodiversidad y erosión; éstas intensifican el cambio climático, y el cambio climático aumenta el riesgo de incendios.
► Por un modelo que mire al MONTE y a sus habitantes.
En UGT Castilla y León, entendemos que el medio rural es esencial para mitigar los grandes incendios forestales. Hay que mirar al monte con medidas que den vida a los pueblos, donde se fomenten otros empleos verdes y de calidad que ayuden a reducir la pérdida de biodiversidad, a mitigar el cambio climático y a prevenir los incendios forestales. Algunos ejemplos de sectores en esta línea son la ganadería extensiva y el pastoreo, la agricultura ecológica, el turismo sostenible, el aprovechamiento sostenible de biomasa o actividades como el corcho, la obtención de resina o la micología. Pero para impulsar estas actividades es necesario afrontar el reto demográfico, un conflicto urgente que hay que afrontar con la apuesta por la eliminación de la brecha digital de las zonas rurales y el mantenimiento de las infraestructuras y los servicios esenciales.
► Por un modelo que mire al MONTE y al empleo verde y decente.
Los expertos apuestan por las políticas de adaptación al cambio climático como claves en este asunto. El mensaje es claro: no podemos abandonar a la suerte meteorológica nuestra exposición y vulnerabilidad ante los incendios forestales. No podemos depender de la extinción de fuegos a ultranza para defendernos de los mismos. El Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-30 incluye numerosas medidas que pretenden mitigar los riesgos climáticos. Sin embargo, la persistencia de medidas inadaptadas, agravan el riesgo de resultados climáticos adversos, que pueden aumentar la vulnerabilidad ante los mismos o reducir el bienestar presente o futuro.
Por ello, desde UGT Castilla y León defendemos que los incendios no se combaten, sino que se previenen, aplicando una política forestal integral y sostenida en el tiempo, que evite el círculo vicioso entre cambio climático e incendios forestales. Esta política debe contar necesariamente con los medios técnicos y humanos adecuados, pero también y especialmente con la dignificación de las condiciones de estos trabajadores, y con mayor estabilidad en un empleo que carece del reconocimiento social que merece.
► Por un modelo que mire al MONTE y al personal dedicado a la prevención y extinción de incendios.
Además de lo anteriormente expuesto, UGT Castilla y León defiende:
⇒ El establecimiento de una planificación territorial adecuada, implementando políticas de desarrollo rural que fijen a la población y creen empleo verde y decente. Por ejemplo, con la recuperación de actividades silvopastoriles para hacer frente a los incendios forestales al mismo tiempo que se incentiva la economía y se asienta población rural.
⇒La reducción de los riesgos climáticos, con la integración de las proyecciones climáticas y las medidas de adaptación en las políticas y acciones de lucha contra los incendios forestales. Por ejemplo, mediante actividades como la extracción, reducción y adecuación de las masas arbóreas y arbustivas a través de trabajos de silvicultura, se puede contribuir a la disminución de la carga de combustible, la apertura de áreas cortafuego o la práctica de tratamientos frente a plagas y enfermedades.
⇒ La elaboración de un plan real y eficaz contra los incendios y por la prevención forestal. Deben estar dotados de partidas presupuestarias suficientes, aumentando el empleo en el sector, garantizando la continuidad durante los 12 meses del año de los trabajadores y el establecimiento de labores preventivas especialmente en los meses con menor riesgo de incendio.
⇒El desarrollo del Estatuto Básico de la Bombera y Bombero Forestal, que mejore las condiciones de trabajo de este colectivo.
⇒ La aprobación de una Ley Básica Estatal de los Agentes Forestales y Medioambientales, que establezca un marco normativo mínimo y común, con el fin de reforzar sus funciones y garantías.
⇒ El incremento del empleo dedicado a la conservación y el cuidado de la naturaleza y los espacios protegidos. Debido al descenso constante y paulatino de los puestos de trabajo en estos sectores en los últimos años, las dotaciones de personal se encuentran bajo mínimos, provocando en ocasiones situaciones de riesgo donde la integridad física de las personas trabajadoras se ve seriamente en peligro.
⇒ Promover campañas para sensibilizar y concienciar a la sociedad en su conjunto sobre la vinculación de cambio climático y los incendios forestales y sus graves consecuencias. Sobre todo allí donde el fuego supone un drama socioeconómico (como en el NO de Castilla y León), dirigido a esas poblaciones y a sus visitantes para una mayor concienciación.
Fuentes:
– La nueva realidad de los incendios forestales ante el cambio climático. Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente. UGT-CEC.
– Informe sobre incendios forestales en España en 2021. FeSP-UGT.
– Foto: @BrifLaza (Diario de un Bombero).
Enrique
Posted at 19:35h, 31 eneroMuy bien planteado el problema y la solución.