07 Oct Tecnología vanguardista: innovación para transformar residuos en riqueza.
Teniendo como base la temática de 2018 sobre «Gestión de residuos sólidos municipales», que se centró principalmente en la gestión de basura, ONU-Hábitat promueve este año la contribución de las tecnologías de vanguardia en la gestión sostenible de residuos para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11: ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.
Introducción.
Más allá de los desechos sólidos, esto incluye todos los desechos producidos por la actividad humana (sólidos,líquidos, domésticos, industriales y comerciales), que continúan teniendo un impacto devastador en el cambio climático,la salud pública y el medio ambiente. Las tecnologías de vanguardia tienen un inmenso potencial para mejorar la forma en que las personas trabajan y viven, así como para acelerar significativamente los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y abordar el cambio climático. Avances tales como la automatización, la robótica, los vehículos eléctricos, las tecnologías de energía renovable, las biotecnologías y la inteligencia artificial, posiblemente puedan transformar los ámbitos sociales, económicos y ambientales. Así, ofrecen las mejores soluciones, más baratas, rápidas, escalables y fáciles de usar para los problemas cotidianos,incluida la gestión de residuos. La tarea que tenemos por delante es aprovechar las tecnologías de vanguardia para lograr una gestión sostenible de los residuos al tiempo que se mitigan sus posibles consecuencias económicas, sociales y políticas adversas. Más información aquí.
Gestión y contaminación.
Las ciudades del mundo producen alrededor de 7-10 mil millones de toneladas de residuos por año, y luchan por cumplir con los requisitos básicos de gestión de residuos.La falta de una gestión adecuada de los desechos ha resultado en una contaminación excesiva del aire, el suelo y el agua, amenazando la salud pública, los ecosistemas y la biodiversidad, así como acumulando inmensas cantidades de desechos en los océanos del mundo, especialmente porque el 90% de las áreas urbanas están ubicadas en las costas. Se supone que los plásticos que ingresan a los océanos están matando a 100.000 animales marinos cada año. Esta
contaminación tiene considerables efectos económicos en el turismo, la pesca y la atención médica: alrededor de 375US$ por tonelada métrica de desechos sólidos. Además, se estima que cada 30 segundos una persona muere debido a enfermedades causadas por el mal manejo de los desechos, como diarrea, malaria, enfermedades cardíacas y cáncer, lo que representa entre 400.000 y un millón de muertes al año. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en particular los Objetivos de Desarrollo Sostenible 6, 11, 12 y 14, así como el Acuerdo de París y la Nueva Agenda Urbana, todos consideran la gestión de residuos como una cuestión urgente y crítica que debe abordarse para garantizar la prosperidad futura y sostenibilidad de nuestro planeta.
El camino a seguir.
Se necesitan reformas políticas profundas en varias líneas, en paralelo con la gestión eficiente de los recursos y residuos, tales como son los sistemas de apoyo a las energías renovables, el diseño ecológico o la eficiencia energética, incentivando los objetivos para el reciclaje de materiales.
Para reducir los impactos negativos de los residuos y hacer un mejor uso de los escasos recursos, necesitamos aportar innovación al sector de la gestión de residuos. En primera instancia, tenemos que cambiar la forma en que generamos desechos y nuestro objetivo es reducir la cantidad que producimos; esto tendrá un mayor impacto.
Por ejemplo, todos podemos llevar tazas de café reutilizables, botellas de agua, recipientes reutilizables y cubiertos donde quiera que vayamos. También podemos negarnos a llevar bolsas de plástico o envases en las tiendas. En casa podemos usar menos agua. La vida útil de muchos artículos puede extenderse. Podemos reutilizar nuestra ropa, regalar cosas, producir abono con los restos de comida y reciclar muchos otros artículos. Las tecnologías de vanguardia pueden ayudarnos.
El Internet de las cosas permite a los fabricantes monitorear de cerca el equipo para que sea reparado y reemplazado solo cuando sea necesario. El desarrollo de nuevos materiales incluye plásticos que son biodegradables cuando se liberan al medio ambiente y materiales reciclados que pueden reemplazar las materias primas para una variedad de aplicaciones.
La impresión 3D puede mejorar la eficiencia en la fabricación para reducir el desperdicio y contribuir al reciclaje utilizando, por ejemplo, plásticos de desecho para el proceso de impresión. Además, la tecnología puede ayudarnos a evaluar cuántos desechos se crean, recolectan, por quién y qué se recicla.
El análisis de Big Data puede proporcionar nuevas aportaciones y conocimientos, ayudándonos a comprender mejor los flujos de residuos. Cuando se trata de reciclar y supra-reciclar (agregar más valor a los desechos) necesitamos soluciones innovadoras en cada etapa del camino, particularmente para extraer más valor de los desechos generados.
Las aguas residuales son una fuente asequible y sostenible de agua, energía, nutrientes y otros materiales recuperables. Se puede utilizar para la producción de alimentos mediante el riego de cultivos o la cría de peces.
La nanotecnología puede ayudar a reutilizar las aguas residuales en países con escasez de agua. Los proyectos de conversión de residuos en energía que recuperan las fuentes de energía de residuos no reciclables o como un primer paso antes de reciclar y generar a partir de ella calor, electricidad o productos combustibles, contribuyen a una mezcla de energía ecológica. Por lo tanto, si se usa de manera responsable, adecuada y sostenible, ejemplos como la biogasificación, la fabricación de briquetas de combustible y la recolección y combustión de gases de vertedero ofrecen un enorme potencial para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Apreciaciones desde UGT.
UGT quiere recordar que la generación de residuos está estrechamente relacionada con los patrones de producción y consumo y la eficiencia en el uso de los recursos. La población crece a un ritmo muy rápido, pero su producción de residuos lo hace a una velocidad aún mayor. Gestionar el problema adecuadamente requiere, en primer lugar, disminuir la generación de residuos. No es posible mantener el ritmo actual de generación de residuos indefinidamente, por lo que la minimización constituye un requisito obligatorio para establecer un modelo sostenible a medio y largo plazo. En segundo lugar, hay que fomentar la reutilización de materiales y productos y, en su defecto, reciclar o posibilitar otros tipos de valorización, dejando como última instancia la eliminación en vertedero. En definitiva, se deben aplicar los principios de la economía circular.
Desde el sindicato tenemos claro que el modelo económico actual es un modelo lineal, basado en “tomar-fabricar-consumir-eliminar” y que este modelo es agresivo con el medio y agotará las fuentes de suministro, tanto materiales como energéticas, además de generar una gran cantidad de residuos. Se hace por tanto necesario iniciar una senda de transición para pasar de la economía lineal a la economía circular.
En nuestro país, los potenciales beneficios vinculados al desarrollo de la Economía Circular requieren de una apuesta estratégica del conjunto de las Administraciones Públicas, y la implicación y compromiso de las empresas y los agentes sociales.
UGT apuesta por una política de residuos inspirada en los principios de la prevención y minimización con el fin de reducir su generación y su peligrosidad. La gestión de residuos debe abordarse desde una concepción integral que dé prioridad a la prevención, la preparación para su reutilización, el reciclado y la recuperación de materiales. UGT insta a aprovechar las tecnologías de vanguardia para lograr el desarrollo sostenible, mientras se mitigan sus consecuencias adversas económicas, sociales y políticas.
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